Se había creado una burbuja en torno al libro
digital? Una vez disipada la atracción de lo nuevo y el vértigo apocalíptico
que se apodera de los seres humano ante toda innovación, los amantes del libro
en papel pueden respirar tranquilos. Los pronósticos de que en el 2017 las
ventas de libro electrónico en Estados Unidos superarían a las de papel no sólo
no se cumplen, sino que los datos del 2014 confirman la tendencia, apuntada ya
en el 2013, de que las cifras de crecimiento acelerado del formato electrónico
siguen frenándose.
La venta de libros digitales apenas crece en el mercado estadounidense. Si en el primer semestre del año pasado había alcanzado el 23%, la cifra bajó en el último cuatrimestre hasta el 21%, según el último informe Nielsen Books & Consumers, publicado por la revista Publisher Weekly. En cambio, el libro impreso de tapa blanda subió del 42% al 43% en el mismo período y la tapa dura llegó al 25%. (El resto son audiobooks).
Por temas, los libros digitales más vendidos son los de misterio (32%) y de amor (36%), aunque también en este segmento el libro impreso mantiene su liderazgo (37% y 52%, respectivamente). El informe muestra que los libros digitales pierden terreno en literatura juvenil, a pesar de la buena acogida de series como Divergent o las obras de John Green (Bajo las estrellas).
El Nielsen Book Scan señala también un aumento de ventas en Estados Unidos del número de ejemplares impresos, con un alza del 2,4% en 2014 (635 millones de unidades), mientras en el Reino Unido bajaba el 1,3%. Dos informes más refuerzan la idea de que al libro en papel aún le queda una larga vida. Las librerías londinensas Foyles y Waterstones han anunciado que las ventas de libro físico aumentaron en Navidad un 8% y un 5% respectivamente respecto al año 2013, lo que llevó a la revista Time a preguntarse si el libro digital había dejado de ser un icono significante de moda.
"¿Prefieres un libro impreso o un e-book?" Esta es la pregunta que la editorial especializada en autoedición ArtGerust hizo a 1.600 jóvenes españoles de edades comprendidas entre los 15 y los 25 años. En el sector de la población más identificado con los tablets, videoconsolas y smartphones, el 65% de los jóvenes lectores prefiere el libro impreso al formato digital. ¿Los motivos? La venta de segunda mano, la textura del papel, su olor, la posibilidad de coleccionarlo, la de compartirlo o llenar las estanterías, la moda retro o que no tienen edad aún para tener una tarjeta de crédito con la que hacer sus compras on line...
El comportamiento de los jóvenes y los niños está alimentando el resurgimiento del papel: en EE.UU., las ventas de lo que allí llaman "young adult fiction" subieron un 12% en el 2014, mientras que la "adult fiction" cayó cerca de un 8%.
Como dato complementario, en el Reino Unido sigue el auge de libros físicos para niños y ahora uno de cada cuatro títulos que se vende es literatura infantil. Y para remachar, una autora cuyos vídeos en Youtube la convierten en una estrella seguida por millones de personas, publicó un libro, Girl online (ella puso la firma a un texto escrito por un "negro"): por cada libro digital vendió cuatro en papel.
La preferencia de los jóvenes por el papel la confirman otras encuestas. The Bookseller recoge que el 73% de los lectores entre 16 y 24 años prefiere el papel, otro sondeo de la consultora Nielsen señala que sólo el 20% de los norteamericanos de 13 a 17 años compra libros digitales, frente al 23% de los de 18 a 29 años y el 25% de los de 30 a 44 años. Como contrapunto, los expertos citan que el auge del libro físico en Navidad se explica porque pocos deciden regalar libros digitales.
En España, el libro digital es muy poco aceptado. Según la encuesta del CIS realizada a 2.477 personas mayores de 18 años el pasado diciembre, el 79,7% de los lectores asegura que prefiere leer libros en papel que en pantalla. El porcentaje sube al 80,1% en las edades de 18 a 24 años, mientras que el número de españoles que muestra su poca o nula predisposición a leer libros electrónicos en el futuro es muy alta: el 46,6%.
Núria Cabutí, consejera delegada de Penguin Random House, señala que "no es que el libro digital haya bajado en Estados Unidos, sino que ha dejado de aumentar al ritmo que lo hacía antes, con subidas del 20% o el 40%. Ahora sólo aumenta un dígito".
"Lo que sí está pasando -señala la editora- es que no se está cumpliendo la incorporación de los jóvenes y los niños al digital tal como se preveía, pues continúan comprando papel. Este segmento sigue en auge, favorecido por obras que son verdaderos fenómenos literarios".
¿Cómo quedará repartido? "En unos cuantos años, tal vez un 60% papel y un 40% digital, o un 50%-50%. Lo que sí tiene muy claro mi grupo es que hay que seguir invirtiendo en digital y nuestra estrategia va dirigida a cuidar muy bien los dos formatos. Creo que las cifras forman una curva normal en un momento en que un nuevo tipo de lectura se está introduciendo".
Hay más factores que explican la resistencia del libro físico frente al electrónico. Numerosos estudios señalan que lo leído en lectura analógica se retiene mejor en la memoria que si es leído en pantalla. Otro informe de la University of Texas Southwestern Medical Center señala que leer antes de dormir usando una pantalla activa, es decir, que emite luz (como la de las tabletas o smartphones), altera el ritmo biológico y puede provocar que tardemos más en conciliar el sueño al encontrarnos más activos, menos cansados y por lo tanto, predisponernos a un descanso menos reparador, con un 50% menos de melatonina.
El futuro -se inventarán nuevas tecnologías- es que quienes comparten la lectura en digital y en papel irá creciendo y cada lector elegirá el momento, el lugar, el género literario o el formato que desee a su conveniencia.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/libros/20150120/54425242479/la-resistencia-del-libro-en-papel.html#ixzz3RF9J8uTX
La venta de libros digitales apenas crece en el mercado estadounidense. Si en el primer semestre del año pasado había alcanzado el 23%, la cifra bajó en el último cuatrimestre hasta el 21%, según el último informe Nielsen Books & Consumers, publicado por la revista Publisher Weekly. En cambio, el libro impreso de tapa blanda subió del 42% al 43% en el mismo período y la tapa dura llegó al 25%. (El resto son audiobooks).
Por temas, los libros digitales más vendidos son los de misterio (32%) y de amor (36%), aunque también en este segmento el libro impreso mantiene su liderazgo (37% y 52%, respectivamente). El informe muestra que los libros digitales pierden terreno en literatura juvenil, a pesar de la buena acogida de series como Divergent o las obras de John Green (Bajo las estrellas).
El Nielsen Book Scan señala también un aumento de ventas en Estados Unidos del número de ejemplares impresos, con un alza del 2,4% en 2014 (635 millones de unidades), mientras en el Reino Unido bajaba el 1,3%. Dos informes más refuerzan la idea de que al libro en papel aún le queda una larga vida. Las librerías londinensas Foyles y Waterstones han anunciado que las ventas de libro físico aumentaron en Navidad un 8% y un 5% respectivamente respecto al año 2013, lo que llevó a la revista Time a preguntarse si el libro digital había dejado de ser un icono significante de moda.
"¿Prefieres un libro impreso o un e-book?" Esta es la pregunta que la editorial especializada en autoedición ArtGerust hizo a 1.600 jóvenes españoles de edades comprendidas entre los 15 y los 25 años. En el sector de la población más identificado con los tablets, videoconsolas y smartphones, el 65% de los jóvenes lectores prefiere el libro impreso al formato digital. ¿Los motivos? La venta de segunda mano, la textura del papel, su olor, la posibilidad de coleccionarlo, la de compartirlo o llenar las estanterías, la moda retro o que no tienen edad aún para tener una tarjeta de crédito con la que hacer sus compras on line...
El comportamiento de los jóvenes y los niños está alimentando el resurgimiento del papel: en EE.UU., las ventas de lo que allí llaman "young adult fiction" subieron un 12% en el 2014, mientras que la "adult fiction" cayó cerca de un 8%.
Como dato complementario, en el Reino Unido sigue el auge de libros físicos para niños y ahora uno de cada cuatro títulos que se vende es literatura infantil. Y para remachar, una autora cuyos vídeos en Youtube la convierten en una estrella seguida por millones de personas, publicó un libro, Girl online (ella puso la firma a un texto escrito por un "negro"): por cada libro digital vendió cuatro en papel.
La preferencia de los jóvenes por el papel la confirman otras encuestas. The Bookseller recoge que el 73% de los lectores entre 16 y 24 años prefiere el papel, otro sondeo de la consultora Nielsen señala que sólo el 20% de los norteamericanos de 13 a 17 años compra libros digitales, frente al 23% de los de 18 a 29 años y el 25% de los de 30 a 44 años. Como contrapunto, los expertos citan que el auge del libro físico en Navidad se explica porque pocos deciden regalar libros digitales.
En España, el libro digital es muy poco aceptado. Según la encuesta del CIS realizada a 2.477 personas mayores de 18 años el pasado diciembre, el 79,7% de los lectores asegura que prefiere leer libros en papel que en pantalla. El porcentaje sube al 80,1% en las edades de 18 a 24 años, mientras que el número de españoles que muestra su poca o nula predisposición a leer libros electrónicos en el futuro es muy alta: el 46,6%.
Núria Cabutí, consejera delegada de Penguin Random House, señala que "no es que el libro digital haya bajado en Estados Unidos, sino que ha dejado de aumentar al ritmo que lo hacía antes, con subidas del 20% o el 40%. Ahora sólo aumenta un dígito".
"Lo que sí está pasando -señala la editora- es que no se está cumpliendo la incorporación de los jóvenes y los niños al digital tal como se preveía, pues continúan comprando papel. Este segmento sigue en auge, favorecido por obras que son verdaderos fenómenos literarios".
¿Cómo quedará repartido? "En unos cuantos años, tal vez un 60% papel y un 40% digital, o un 50%-50%. Lo que sí tiene muy claro mi grupo es que hay que seguir invirtiendo en digital y nuestra estrategia va dirigida a cuidar muy bien los dos formatos. Creo que las cifras forman una curva normal en un momento en que un nuevo tipo de lectura se está introduciendo".
Hay más factores que explican la resistencia del libro físico frente al electrónico. Numerosos estudios señalan que lo leído en lectura analógica se retiene mejor en la memoria que si es leído en pantalla. Otro informe de la University of Texas Southwestern Medical Center señala que leer antes de dormir usando una pantalla activa, es decir, que emite luz (como la de las tabletas o smartphones), altera el ritmo biológico y puede provocar que tardemos más en conciliar el sueño al encontrarnos más activos, menos cansados y por lo tanto, predisponernos a un descanso menos reparador, con un 50% menos de melatonina.
El futuro -se inventarán nuevas tecnologías- es que quienes comparten la lectura en digital y en papel irá creciendo y cada lector elegirá el momento, el lugar, el género literario o el formato que desee a su conveniencia.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/libros/20150120/54425242479/la-resistencia-del-libro-en-papel.html#ixzz3RF9J8uTX