martes, 8 de abril de 2014


Más que un descalabro, una adaptación al medio


 “Descalabro de la producción editorial española en 2013 con un 19 por ciento menos.” Con este catastrófico titular encabeza la Agencia Efe un resumen de la nota de prensa emitida por el Instituto Nacional de estadística para presentar su Estadística de la Producción Editorial de 2013. Como es habitual, el pasado 26 de marzo casi todos los medios de comunicación reprodujeron la noticia de EFE sin entrar a cuestionar si la valoración de EFE es acertada o no: copiaron, pegaron y publicaron.

Porque ¿realmente es un “descalabro” que la producción editorial disminuya un 19% respecto a años anteriores? Veamos qué dice la nota de prensa del INE:

Durante el año 2013 se depositaron en la Biblioteca Nacional 56.435 títulos editados en España. De ellos, 49.001 fueron libros (títulos con más de 49 páginas) y 7.434 folletos (títulos de cinco a 49 páginas). Respecto a 2012, el volumen de títulos editados descendió un 19,0%. El número de libros se redujo un 18,6% y el de folletos bajó un 21,3%.




Del total de títulos editados en España en el año 2013, el 98,4% correspondieron a primeras ediciones y el 1,6% a reediciones. El tamaño más habitual de los títulos (31,0% del total) fue de 101 a 200 páginas, al igual que en años anteriores. Por su parte, cabe destacar el descenso del 32,6% en la edición de los volúmenes más extensos (más de 1.000 páginas). La literatura fue el tema más editado, con tres de cada 10 títulos, aunque el número total se redujo un 13,6% respecto al año anterior. Le siguieron las ciencias sociales (con el 16,2% del total) y las ciencias aplicadas (con el 15,4%).


Ya en enero el ISBN había anunciado en su informe anual que los libros registrados en su agencia bajaron un 15% (la diferencia con los datos del INE probablemente se debe a que en el Depósito Legal aún no se recogen los libros electrónicos), así que la noticia del INE no nos pilla desprevenidos. De hecho, si reproduzco aquí sus datos es por la interpretación sensacionalista que hace la Agencia EFE.

Lo que de verdad es catastrófico en la industria editorial española es la escalofriante bajada en las ventas, que llevan cayendo desde hace seis años: en 2013 se vendió un 15% menos que en 2012, el equivalente a 300 millones de euros. A lo que hay que sumar lo que atinadamente señalaba estos días Manuel Gil, el descenso brutal de la rentabilidad de los libros.


Desde el comienzo de la crisis, el punto muerto de rentabilidad de un libro se ha disparado al alza. Si hasta 2008 las tiradas medias conllevaban puntos muertos en torno al 40-50% de la edición, ahora con tiradas mucho más cortas (por una contención razonable en cuanto a la observación del mercado) el punto muerto de rentabilidad se ha elevado hasta el 70%, manteniendo rangos de precios entre los 18 y los 22 euros. Me señaló que ha comprobado que de 10 libros editados, 8 no alcanzan el punto muerto. A partir de estos datos el riesgo de cese editorial es obvio.


El descenso en la producción editorial que la Agencia EFE señala como un descalabro no es sino la adaptación de los editores a una realidad comercial: la publicación de menos títulos y en tiradas más cortas han sido, entre otros recortes, las medidas que han tenido que adoptar para evitar el cese de su actividad.


Y como no hay mal que por bien no venga, este recorte en la producción editorial está sirviendo para descongestionar un poquito las saturadas librerías españolas. Las que quedan.